La preocupación acerca de la repercusión del avance de la ciencia en los niveles de desigualdad económica y la disponibilidad de empleo ha estado vigente desde hace años.
Desde una visión optimista, se
podría pensar que basta con capacitarnos más y mejor para estar a la altura del
mundo digital. Surgen nuevos empleos y se mejoran las condiciones de los
trabajos tradicionales. Las máquinas nos
permiten más tiempo para hacer lo que nos gusta, desarrollar nuestras
destrezas, descubrir nuevas habilidades, PERO…
la realidad es que ha aumentado, a nivel mundial, el desempleo, el subempleo y
se ha ensanchado la brecha económica entre los que ocupan posiciones especializadas
o poseen industrias automatizadas y el resto de la población. Se han generado
nuevos empleos, pero requieren alto nivel de conocimientos y son escasos.
Eficiencia de la tecnología
A la luz de la realidad, sabemos
que muchos empleos ya no son necesarios porque las máquinas realizan las
labores o ayudan a hacerlas de manera eficaz y eficiente. Actualmente, los
empleos tienden a estar relacionados con el ámbito digital. Las máquinas no se
cansan, funcionan a cualquier hora, no tienen sentimientos, no se enferman, abaratan
los costos, son rápidas y precisas. Basta con un operador donde antes había un
grupo de trabajadores y en caso de fallos, pocos especialistas hacen falta para
recuperar el funcionamiento. Lo cierto es que, todas las labores que se pueden realizar
a través de la web o con el uso de dispositivos electrónicos tienden a
desaparecer ya que, los productos artesanales suelen ser más costoso que lo
industrializado, lo que les convierte en artículos de lujo con poca demanda.
Los grandes almacenes (o hipermercados) están acabando con el pequeño comercio
Por otra parte, el uso de la web
y recursos informáticos apoya la existencia de grandes almacenes que dejan
fuera del mercado a las tiendas tradicionales, que son pequeñas con poca
variedad y stock limitado. El caso de Amazon es un claro ejemplo, que incluso
comienza a afectar la venta de víveres.
Algunos oficios, empleos y establecimientos casi desaparecidos
Modista, telefonista,
recepcionista, trabajadores en cintas transportadoras en fábricas, carteros,
personal de oficinas de correo, algunos oficios agrícolas, personal de inmobiliarias,
administrativos, maestros de cocina y manualidades, dependientes de tiendas, cajeros
de bancos, agencias bancarias, agentes de viajes. Incluso, hay experimentos
para eliminar los cajeros de supermercados. Ya hay coches sin conductor,
secretarias virtuales, software que fabrica escritos para suplir algunas
actividades periodísticas.
Según un estudio de la
Universidad de Oxford, alrededor de 700 profesiones serán reemplazadas por máquinas
en 20 años. Los robots y dispositivos automatizados podrán realizar las tareas
correspondientes al 47% de la población económicamente activa, que equivale a
1.600 millones de puestos de trabajo.
Nuevos puestos de trabajo en la era digital
Los nuevos empleos que sustentan
a las máquinas o el software son limitados y requieren de conocimientos muy
especializados, que requieren alto nivel de conocimientos tecnológicos. Los
robots no están solamente en las fábricas, amenazando a los trabajadores en las
cadenas de montaje, están en riesgo una gran variedad de empleos que manejan
información, especialmente si es de manera rutinaria.
Afortunadamente la tecnología no abarca el 100% de los empleos tradicionales
Todavía el humano es
insustituible para gran variedad de labores. No corren peligro de desaparecer a
corto plazo, empleos que impliquen contacto humano, un alto nivel de
complejidad, destreza, creatividad, inteligencia social, conocimientos
tecnológicos, marketing, ventas ni los trabajos que se desarrollan en un ámbito
subjetivo como el arte, en todas sus expresiones. Según un estudio de Adecco,
los profesionales con las características antes mencionadas serán los más
relevantes en los próximos 5 a 10 años.
Algunos oficios, empleos y establecimientos que difícilmente serán sustituidos por máquinas
Informático, policía,
instructores de manejo, extracción petrolera y minera, construcción, transporte,
atención directa al público, relaciones públicas, economistas, sociólogos, cocineros,
mesoneros, piloto aéreo, político, abogado, maestro, entrenadores deportivos,
artistas, cajeros de supermercados, porteros de discotecas, cuidadoras de menores
y minusválidos, médicos, empleados del sector salud en general, guías
turísticos, monitores de ocio, sector bienestar (tratamientos de belleza,
estética y spa), astronautas, buzos, arqueólogos, espeleólogos, investigadores
del sector salud, energético y desarrolladores de innovaciones en general.
La conciencia entre las empresas y profesionales independientes de que, en la era digital, no tener presencia online, es como no existir, ha dado lugar a nuevas profesiones
Diseñador visual y creatividad
digital, estratega y gestor de negocio, community manager, marketing digital, ingeniero
smart factory, chief digital officer, experto en innovación digital, data scientist,
arquitecto experto en smart cities, experto en usabilidad, director de contenidos
digitales, experto y gestor de riesgos digitales, director de marketing digital,
experto en big data (que analiza los grandes datos de la empresa para proponer
correcciones y apoya la toma de decisiones), growth hacker (identifica formas
de crecimiento además del marketing)
¿Qué aspiran los Millennials?
Si bien han surgido nuevos
empleos, hay una brecha formativa y de especialización en el mercado laboral.
Las profesiones que se imparten no están orientadas a cubrir necesidades
específicas de la era digital. Hace falta grandes reformas en la educación para
hacerla más multidisciplinaria. Todavía los niños llevan libros y cuadernos en
lugar de laptop y la pedagogía poco se apoya en la tecnología, principalmente
por el tema económico. Esto contrasta
con las aspiraciones de los Millennials (o generación del milenio), que son
jóvenes altamente preparados, con mentalidad abierta, que aspiran a trabajar con
empresas no tradicionales, no son partidarios de jerarquías ni horarios rígidos,
quieren participar en la toma de decisiones en medio de una gestión flexible, con
el objetivo de alcanzar la felicidad más que la productividad, quieren seguir
formándose y conciliar la vida profesional con la personal.
La tecnología, lamentablemente,
en muchos sectores de la actividad humana, acentúa nuestras diferencias
intelectuales y económicas. Intelectuales porque sólo los que dominan las
técnicas más avanzadas controlan al resto, inventando artilugios que suplen
necesidades y hasta nos crean otras. Por otra parte, actualmente es aún más
notorio quien tiene los recursos para disfrutar de más y mejores herramientas
especializadas.