Entre los sucesos que llaman la atención en nuestro país
de “Aunque Usted No lo Crea”, la población penal ha destacado no sólo por los
enfrentamientos internos a los que ya estamos acostumbrados. No tendremos
servicios públicos de calidad, pero tenemos centros penitenciarios de lujo en
varios estados del país.
En enero 2014, el entierro del pran(1*) del penal de San
Antonio, apodado “El Conejo”, en el estado Nueva Esparta, movilizó a la
población, recibió grandes honores por parte de sus excompañeros de prisión de
una manera muy original. Desde el techo del centro de reclusión descargaron con
tiros al aire potentes armas de guerra. Es decir, presos armados dentro del
penal no tuvieron impedimento ni castigo por utilizar, a la luz del día, parte de
su potencial criminal. Cualquiera podría pensar que, entre lo increíble, esto
sería lo máximo, pues no.
En octubre 2015, se celebró una boda
por todo lo alto, en el Internado Judicial de Barinas. Elegantes vestimentas,
comida abundante, tres grupos musicales, carísimos anillos de oro, etc. En este
caso, lo más llamativo fue que el recluso “tuvo” que pagar 36 mil BsF
para que las imágenes de su boda se publicasen en dos diarios ¡¿Dónde
se ha visto?! El gobierno venezolano debió pagar las publicaciones a este
honorable caballero “privado de libertad”.
Se ha dicho que en las cárceles venezolanas se puede
consumir drogas, licor y que están equipadas con casino, piscina, ring de boxeo
y parrillera, entre otros servicios. Ahora, después de ver el video de la
cárcel de Tocorón, lo difícil de creer es que se le siga llamando “penal” o
“cárcel”. Debería ser “Penal 5 estrellas Tocorón INN”.
Uslar Pietri decía: “Hemos perdido la capacidad de
asombro” pero en realidad, aunque uno cree que ya no se puede asombrar más,
aparece otra noticia que te vuelve a dejar con la piel erizada y la boca
abierta.
En el bar se ofrecen bebidas alcohólicas, drogas y cuenta
con un menú de libre elección de todo tipo de comidas. Consiguen todo lo que
les apetece, tienen sueldo y se sienten seguros. ¡Claro! En el penal el recluso
tiene la ventaja de que puede andar de noche sin miedo al hampa porque todos
son del mismo gremio. Se dice que las fiestas pueden durar fácilmente 3 días
seguidos con bebidas alcohólicas, drogas y prostitutas a disposición.
Parece que los presos en Venezuela tienen mejor calidad de
vida que los ciudadanos correctos.
Un video que circula en Facebook hace pensar que el
venezolano es un recluso, con la gran desventaja de no estar apoyado por las
autoridades, incluso muchas veces ser considerado como miembro del bando
contrario.
Se trata de la queja de un señor, que no tendría ni 40
años, pero lucía muy maltratado, sin dientes, de escaso vocabulario, que de
manera muy sentida decía lo siguiente:
“La revolución bolimalandra ha sido la peor maldición que
le ha caído a mi patria Venezuela.
Es más fácil conseguir un paquete de marihuana que un
paquete harina pan.
Es más fácil conseguir una pistola que una bombona de gas.
Es más fácil conseguir cocaína que buscapina.
Es más fácil conseguir una bolsa de bombas lacrimógenas
que una bombona de oxígeno para pacientes asmáticos en cualquier hospital.
Esto se llama revolución bolimalandra, lo peor que le cayó
a Venezuela se llama la re-maldición bolivariana.
Nacido y criado en mi patria y lo más lejos que he llegado
ha sido a Chichiriviche porque no tengo para coger un avión.
Esta revolución bolimalandra nos tiene en el suelo”
Y yo agrego: Es más fácil abrir la urna del libertador que
las urnas electorales para el conteo limpio de los votos.
Triste pero cierto, y planteo que ni el más chavista puede
negar que este señor tiene razón sin recurrir al viejo cuento de que es por
culpa de la guerra económica, los golpistas, etc.
En 2011, supimos que los presos cobrarían salario mínimo.
A simple vista parece que reciben un premio por delinquir porque probablemente
con esa paga fija tienen incluso más que estando libres y siendo ciudadanos de
bien. Bueno, aunque suena raro, supongo que los ponen a trabajar; que tienen
compromisos económicos fuera de cárcel, en fin, que es justo por
los derechos humanos, aunque muchos de ellos están presos justamente porque no
respetaron los derechos humanos de sus víctimas. Sin embargo, que un penal
tenga discoteca, banco, cajero automático, bar, piscina, boliche, show, su
propia radio, casino, según mi criterio, refuerza su condición de delincuente.
De este modo, no tiene el incentivo de rectificar para ser libre.
Por otra parte, me pareció gracioso que el bar tuviese un
nombre “salao” como “El sazón del hampa”. Se me ocurren otros nombres para el
resto de las dependencias: Casino “Casi no lo cuento”, Banco “Riendo” o Banca
“gada”, Radio “Logo” o Radio “Actividad”, Bowling “¡Que Bolin tienes tu!”. Así
mismo, es curioso que las megafiestas se anuncien por megafonía desde la radio
interna para que todo el barrio se entere. Entre otros servicios, tienen línea
de crédito a través de las autoridades del recinto penitenciario, que prestan a
los presos con un interés de 20%.
La verdad, para que estén aún más cómodos, el gobierno
tiene que agregar una armería donde los reclusos puedan escoger a gusto las
mejores armas, así como una droguería formalmente para no tener que estar
“trapicheando” por allí.
Es de hacer notar que los visitantes de los reclusos
pueden disfrutar de todos los servicios. Es como el cuento de Emilio Lovera de
la visita turística al “infierno venezolano” sólo que éste es así de agradable
no sólo para turistas sino especialmente bueno para los residentes. ¡Y qué
curioso, entre los servicios no se menciona atención médica! Debe ser que en el
cielo ya no hace falta eso.
Siempre se ha dicho que “la violencia es el arma de los
que no tienen razón”, pero en Venezuela, por el contrario, lo que se cumple es
“el mejor camino hacia una vida plena es la violencia”.
Al delinquir todo son ventajas,
· El
subidón al romper las reglas estrictas para la convivencia en sociedad.
· El
beneficio de lo arrebatado a otros, ya sea material, espiritual o moral.
· El
sueldo que el gobierno de Venezuela otorga al criminal. Probablemente hasta su
encierro el recluso no tenía ingresos fijos y si lo tenía era a cambio de mucho
esfuerzo ya sea de un trabajo honesto o de forcejear con los atracados,
violados, secuestrados, etc, que generalmente no colaboran
· Por
si fuera poco, el tiempo de la pena no es precisamente de aislamiento ni de
prohibiciones
¿Para qué más? Es un nuevo concepto, con “Madame Varela se
vive mejor”. Mientras las personas “libres” son, en realidad, una pobre gente
que tiene que trabajar para comer, hacer colas para conseguir los productos
necesarios, que andan nerviosos buscando donde conseguir las cosas, que tiene que
competir constantemente para que no lo boten del trabajo, que si se enferma no
tiene a dónde acudir, que rara vez sale a “bonchar” porque no le alcanza el
dinero y teme andar de noche en la calle a expensas del hampa. Supongo que la
sensación es como si el preso se hubiese muerto y ahora, después del susto, se
siente como en una nube.
Incluso, desde el 5 de marzo 2013, “el privado de la
libertad” cuenta con un intermediario rojo, rojito en el cielo para negociar el
castigo eterno que se ha ganado. Es, nada menos, que “changry” (el
angry bird, Chávez) que, según fuentes oficiales, puede hablar
en idioma “pajarito”, con el mismísimo espíritu santo para aliviar las
penalizaciones de los reclusos en el mundo futuro.
Los presos y las autoridades del penal “se pagan y se dan
el vuelto” entre sí, porque como “ladrón que roba ladrón tiene cien años de
perdón”, así “todo queda en casa”.
El resto de los ciudadanos son los llamados “presos de
conciencia”, encarcelados en sus casas, aunque no hayan amparado ni practicado
la violencia, por no tener los “panas” adecuados
a nuestros tiempos y sobre todo por aspirar a una vida digna.
(1*) El "pran" es un mandamás que
tiene un ejército de malandros a su disposición y controla los negocios
existentes en las cárceles, percibiendo así los beneficios económicos de dichas
actividades: cobro de vacuna -un monto diario que otros reclusos deben pagar
para no ser asesinados-, la venta de cigarrillos detallados, la venta de drogas
-las cuales son de obligatorio consumo para otros reclusos so pena de muerte,
el tráfico de drogas y armas, la prostitución, el control del acceso de otros
reclusos a la comida y otros servicios como el uso de baños. Igualmente, se
hacen con los ingresos provenientes de actividades delictivas ejecutadas fuera
de las cárceles, tales como extorsión, secuestros u homicidios.
@ILONKADAS
Publicado en:
https://liverdades.com/en-prision-ladron-que-roba-a-ladron-tiene-cien-anos-de-perdon/
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Malandro
https://www.youtube.com/watch?v=4EEGOLNAh84, https://youtu.be/Z5jvWpGtbKo
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